Salva Camps. Irlanda como trampolín al banquillo.

Aridane Ávila - Las Palmas de Gran Canaria

Hace diez años y tres días, el 19 de mayo de 2003, el Auna Gran Canaria se veía obligado a anunciar el fichaje del armador catalán Salva Camps. El base suplente del roster grancanario, David Brabender, en el partido ante el Fórum Valladolid, sufrió una rotura de cuádriceps que lo iba a dejar de tres a cuatro semanas alejado de las pistas.  Es decir, se iba a perder los Play Off, la parte más bonita del año. Ante esa tesitura, el coach Pedro Martínez en su primera campaña de amarillo, no tenía otro remedio que acudir al mercado para poder encontrar un base que acompañara a Gonzalo Martínez en las labores de dirección de juego. 

Camps defendiendo la elástica del Palencia en 2009 / solobasket.com

Camps venía de hacer una temporada espectacular con el Menorca en la liga LEB, aunque ya había tenido experiencias con el Llobregat en EBA, y también una etapa en la ACB con el Cantabria Lobos.  De repente se vio enmedio de un Play Off por el título, que en aquella ocasión el Granca perdió por 3-0 ante el Adecco Estudiantes de Pepu Hernández. "Brabender nos aporta muchas cosas que ahora podemos echar en falta, pero ha venido Salva Camps y confiamos en sus condiciones, sin entrar a compararlo con nadie" afirmaba Pedro Martínez en la previa del segundo choque de PO.

Luego de aquella aventura isleña, Camps regresó a Menorca a las órdenes de Curro Segura técnico de estrecha relación con Pedro Martínez y en la 2012/2013 segundo entrenador de Repesa en el Unicaja de Málaga. Firmó un gran año en la segunda competición española, con un nivel bastante más elevado del que hoy en día firma la competición organizada por la FEB. Nombres como Txemi Urtasun en el UB La Palma (ojo al equipazo que tenían los de la isla bonita con Juanjo Triguero, Yohann Sangare,etc.y que llegó a los Play Off), Marcelinho Machado en el Cantabria Lobos, o Veljko Mrsic en el CB Granada, dominaban una liga que sirvió para foguear a muchos jugadores que después han triunfado dentro del panorama baloncestístico nacional. Camps metería a Menorca en las eliminatorias por el título y firmaría partidos antológicos como el que hizo ante el León Caja España en el que se fue hasta los 26 puntos y 7 asistencias. Aquellas exhibiciones tuvieron como resultado que Berdi Pérez volviera a fijarse en el base y se lo trajera, ya no como parche, sino como base que acompañara a Gonzalo Martínez en la dirección.  "En las últimas campañas el Gran Canaria ha sido el equipo revelación del campeonato y lo que deseo es que se continúe con esa dinamica, que sigamos dando la cara, tanto en las competiciones nacionales, como en Europa. Sin embargo lo importante es que el equipo se asiente y crezca aún más en la ACB" comentaba en su presentación junto a Fotis Lampropoulos actualmente en el Canarias.

El base madrileño representaba el sosiego y la parte cerebral, "un excelente jugador del que se puede aprender y, si sigue con nosotros, está claro que me gustará asimilar su experiencia y saber estar en la cancha" mientras que el catalán era cambio de ritmo y locura. Interesante combinación (los bases más bajos de la liga 178 cm. vs. 179 cm.)...que como veremos no acabó tan bien. A los pocos días llegó otro jugador  llamado Sitapha Savané...que tendría la misión de hacer olvidar a Fran Vázquez y Pat Burke. Piezas que configuraron un Gran Canaria muy interesante y competitivo, más aún cuando llegó de Los Angeles Lakers Ime Udoka, un jugador decisivo como veremos, en la trayectoria de Camps de amarillo.

A la izquierda de P.Martínez afrontaba su primera campaña de inicio en GC / acb.com

Ahora de ayudante en la NBA, Udoka nunca acabó de cuajar en la filosofía del Granca. Protestado por la grada, en Enero abandonó el equipo rumbo al Vichy Auvergne francés. La marcha del alero de Portland, curiosamente no fue suplida por un jugador de la misma posición, sino que se fichó al base Billy Keys, también coincidiendo con la baja temporal de Gonzalo Martínez. Demostración de que la confianza en Camps había descendido de manera clara. Tras 29 partidos de liga, y firmando unas pobres actuaciones en las últimas jornadas, Camps fue rescindido y su etapa en amarillo acabó en seco el 19 de abril de 2005,  con unos promedios de 6 puntos y 2 asistencias en 14 minutos por encuentro. Un final demasiado cruel para un jugador que se había esforzado al máximo por llegar a lo más alto.

REGRESO A MENORCA

El viaje, dos años después se volvió a repetir y para la misma causa, en categoría diferente. Nada más hacer las maletas su destino volvería a ser Menorca. El equipo balear lo necesitaba para volver a intentar el sueño de subir a la ACB, y que mejor que el base catalán para intentarlo de manera clara.  Por aquellas cosas del esfuerzo y la persistencia, los 67.000 habitantes de la isla disfrutaron como locos cuando al final de aquella campaña, en León lograron el ansiado ascenso. Salva Camps puso su gran grano de arena, en el que compartió la dirección de juego junto a Tisi Reynés.  Lo curioso es que el tercer base de aquel equipo, quién lo iba a decir, era Mario Bruno Fernández. Cosas de la vida. Todos con claras conexiones amarillas.

Menorca vio la mejor versión del base badalonés / solobasket.com

Pero aquel 26 de mayo, día del ascenso en León, Salva Camps no tuvo la felicidad completa. En un lance del juego se fracturó el menisco. Ante la inicial alerta, se comprobó que debía pasar por el quirofano para ser intervenido. La fractura del menisco externo de la rodilla izquierda fue operada por el doctor Félix de Pablo, y las estimaciones daban un mes de baja como tiempo para la recuperación. Pero lo cierto es que Salva, con sus características patillas, ya no volvió a ser el mismo nunca más.

Solo pudo disputar 8 partidos durante la 2005/2006 y las sensaciones se encontraron muy lejos de la chispa que siempre había caracterizado su juego. Así que el 4 de enero, el Llanera Menorca decidió dejar la dirección de juego en manos de Reynés y Krstic ya que Camps no podía dar el ritmo que el equipo necesitaba. No obstante el Menorca Basquet, con el señorío que demostró durante su existencia, decidió dejarlo en nómina sin ficha federativa, pero entrenando y ayudando al conjunto balear. Pero para un jugador, entrenar sin disputar partidos es como tener hambre y beber agua. No sirve. Así que en marzo fue cedido a otro destino que ya había conocido. El Alerta Cantabria se convirtió de nuevo en su casa y la lucha por el Play Off de ascenso fue el objetivo que se le encomendó al catalán. Otra vez regreso a un ex equipo, una tónica en la carrera de Camps. Posterior breve paso por el Ciudad de Huelva, y de nuevo regreso a Cantabria para firmar una de las mejores campañas en 2009 con 15'2 puntos por encuentro. Esos buenos partidos le valieron el último contrato profesional de su vida en Palencia, donde disputó una buena temporada dirigiendo a un equipo que tenía en sus filas como estrella a Nikola Mirotic.

Cantabria también fue un lugar importante en la carrera de Salva / solobasket.com


MOLLET COMO REDENCIÓN

Al final, los años no pasan en balde. La rodilla no perdona, y la necesidad de ir asentando la vida después de haber plantado residencia en seis ciudades diferentes, hace que valores más ciertas cosas. Por eso en la 2010/2011 se enroló en el proyecto del histórico Basquet Mollet, un equipo de la periferia de Barcelona que le dió la oportunidad de seguir viviendo el baloncesto, pero a otra escala en la liga EBA. Aunque de nivel considerable, todo hay que decirlo. Ex jugadores como Francesc Cabeza o el hermano de Ibaka, Igor aparecían en los rosters. Pero también un jugador ACB esta campaña como Pierre Oriola. Camps en su debut ante el Sant Nicolau firmó un buen partido y su conjunto acabó ganando 64-70. Una de las condiciones para que Camps estuviera en Mollet es que si llegaba alguna oferta de la LEB, tenías las puertas abiertas para irse, pero esa propuesta nunca llegó. Así que gracias a su amistad con el pívot Albert Berenguer y la confianza de su coach Oriol Ramoneda, Camps acabó jugando 23 encuentros con los catalanes.

APRENDER UN IDIOMA Y LA OPORTUNIDAD 

Pero el baloncesto tiene acompañado a su propia magia el gusto por viajar. Así que al finalizar la temporada y agradecido por la oportunidad, Salva Camps necesitó buscar nuevas ambiciones tal vez más alejadas del profesionalismo, pero más acorde con la formación y el futuro de este deporte. Un futuro que pasa por nuevos países que ayuden a exportar el deporte más emocionante que existe.

Raro es ver un día soleado en la ciudad irlandesa / moycullenweather.com

Moycullen (Irlanda) es es una pequeña población de 1.500 habitantes a aproximadamente 10 kilometros al norte de Galway. No obstante y a pesar de su tamaño, su gracia es que sirve de retiro para que muchos trabajadores de Galway tengan su respiro en Moycullen. Allí entre verde y lluvia, tuvieron la idea de fundar un equipo de baloncesto en 1966. En un principio participó en la liga municipal de Galway, aunque en la década de los 80 fue creciendo a pasos agitantados. La cantera empezó a dar sus frutos y ya en 2008 el equipo U20 logró coronarse como el mejor del país.  Este trabajo y esfuerzo acabó siendo decisivo para que ya en dos ocasiones se haya galardonado al Moycullen como "Club Irlandés del año" en reconocimiento a la contribución de la institución al desarrollo del baloncesto en Galway y la zona del oeste de Irlanda. En su tercera campaña en la Super League irlandesa, entendieron que debían darle un paso al frente al proyecto y ahí es donde surgió la oportunidad "Salva Camps". "No conocía a nadie, fui a la aventura y a través de internet y de un amigo de un amigo, que cuando estaba alli me puso en contacto con el equipo fui a entrenar". Ansioso de seguir vinculado al baloncesto, el base catalán se embarcó al ilusionante proyecto "yo continúo con la misma mentalidad, con el tiempo vamos viendo" afirmaba en una entrevista a Badalona TV. "Viajé en verano a mejorar mi ingles y al final decidi quedarme una temporada. Me puse en contacto con el equipo de la ciudad en la que estuve y firmé" comentaba el badalonés.

La climatología fue lo menos fácil en los inicios al oeste de Irlanda "Galway no es muy grande, el centro es pequeño y es una ciudad muy agradable de vivir y cerca de la costa, que me gusta como hombre de mar que soy e intento vivir siempre en sitios donde haya costa. Está en la zona oeste donde el tiempo es muy duro ya que todos los temporales que vienen del Atlántico primero chocan aquí. Es la tipica ciudad irlandesa llena de pubs y gente muy agradable". El tener pubs cada pocos metros tiene una clara explicación "les gusta beber, pero es una cultura que al salir del trabajo vayan a tomarse algo. No pueden pasar mucho tiempo en la calle por la lluvia,y donde pasan mas tiempo es en el pub. Son gente muy amable y les gusta compartir experiencias, hablar y estar con más gente".

Camps con sus compañeros / moycullenbasketball.com

Una temporada de aclimatación que sirvió para conocer la liga y también a los jóvenes compañeros de su club. Firmaron una buena temporada, pero las campañas brillantes siempre tienen la parte negativa de que tus mejores jugadores acaban emigrando a no ser que sea un club poderoso "muchos jugadores se han marchado, para nuevas experiencias o trabajar. A Canadá, a Australia, a Tailandia y por eso hemos tenido que subir a los juniors, o que son juniors todavía de segundo año".

A Camps le gustó la experiencia "Moycullen es un equipo muy familiar. Son todos jugadores jóvenes, de un nivel medio bajo que económicamente no están preparados para viajar ni en avión, ni en autocar. Viajamos en coches particulares el día de partido y volvemos el mismo día del partido después de jugar", así que al finalizar el año, el Moycullen le propuso seguir...de ¡entrenador-jugador! Impresionante reto al que Salva no le pudo decir que no "es posible ser las dos cosas, pero complicado. El entrenador lo ve diferente al jugador, pero lo que yo intento es que los jóvenes jueguen muchos minutos".

Camps Sanjosé en la versión de coach / moycullenbasketball.com

Con un equipo en el que la media de edad es de 18 años, y alguno de 23 primaveras junto al curioso caso del veteranísmo Nollaig Cunningham de 41, la aventura fue preciosa. En marzo acabó la competición y el Moycullen no pudo lograr el objetivo de afianzarse en la competición. Con balance inicial de 0-4, los verdes intentaron remontar pero acabaron con un casillero de 7 victorias y 14 derrotas, siendo últimos de la Super League. "El hecho es que los jugadores jóvenes están adquiriendo experiencia. El nivel no es muy alto en la parte técnica, pero a nivel físico si. Es un baloncesto agresivo, diferente al de España. Aquí se tiene mas contacto. Es una liga baja, nada que ver con España es como la EBA. El estilo que les gusta es agresivo, rápido de correr y defender, ponen mucho énfasis en la defensa" comentaba en la televisión de Badalona. Lo que si logró el jugador-entrenador fue ser nombrado "Coach of the month" durante el mes defebrero.

Otra de las satisfacciones fue que uno de sus hombres, el norteamericano Patrick Sullivan, acabara como máximo anotador de la competición con 23'3 puntos por choque.  Salva Camps también entró en el apartado estadístico de la liga al ser el segundo mejor asistente  con 7'1 pases por noche.

Su continuidad hace unos meses no estaba necesariamente asegurada, pero tampoco descartada "yo continúo con la misma mentalidad. Me he comprometido este año y de momento estoy contento. Viviré el presente, disfrutaré de jugar y entrenar y cuando avance el tiempo y acabe la liga veremos donde vamos a parar".

Salva Camps, una verdadera historia de amor al baloncesto.

Salva en un partido de la Super League / moycullenbasketball.com



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